En muchas ocasiones oímos que las ventanas correderas son menos estancas que las practicables. ¿Realmente esta afirmación es cierta?
Veamos las principales diferencias
La ventanas practicables y oscilobatientes de PVC y las ventanas de aluminio se caracterizan por tener un cierre a presión entre las juntas de caucho de la hoja contra el marco. Al mismo tiempo las juntas del marco ejercen la misma presión sobre la hoja. Cabe destacar que para las ventanas de PVC funciona mejor el sistema de juntas periféricas y para las ventanas de aluminio el sistema de junta Central. Esto es debido a las juntas utilizadas en cada material, el sistema de ventilación y desagüe utilizado.
Las ventanas correderas de PVC y correderas de aluminio se caracterizan por tener un cierre en el que la hoja entra dentro del marco con una fricción de los burletes, consiguiendo cerrar la entrada de aire por fricción y no por presión como las practicables.
Que conseguimos con la corredera paralela. Con este sistema tenemos el cerramiento utilizado por las practicables y la funcionalidad de las correderas, no invadiendo el interior del habitáculo. Normalmente, la hoja se desliza enfrente de una parte fija. Con este sistema podemos conseguir aperturas de hasta 1,2 metros de paso (dependiendo del peso del vidrio)
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Sistema de apertura osciloparalela
Este sistema conjuga las ventajas de espacio y luz de las correderas tradicionales, con la estanqueidad y seguridad de los sistemas de cierre perimetral.
Paralela PS
Osciloparalela automática